1891

Cada hombre y cada mujer tienen capacidad para ver, percibir y ser
uno con toda la vida, si son conscientes de todo lo que les rodea,
hierba, flores, y piedras. Eso no se aprende encerrándose en un
laboratorio o en un monasterio, ni limitándose a seguir un solo camino,
no viendo la realidad más que por un solo prisma, de una sola forma.
Tu camino está destinado a ayudar a los demás para que vean por
sí mismos, a inspirarlos para que se reconstruyan a si mismos.