4654

Recuerda que uno de los peligros que aparecen cuando avanzamos en el camino espiritual es llenarse de orgullo y soberbia. Creer que ya lo sabes todo, que estas por encima de todo, subirte a un imaginario pedestal desde el que miras con condescendencia a los demás. Estate muy atento para poder borrar de ti toda traza de vanidad, egoísmo y prejuicio incluso antes de que puedan surgir. Si aún así te sorprendes en ese estado, obsérvalo, aprende y déjalo pasar; has de ser muy amable contigo mismo. Eso te recordará que tu verdadera grandeza siempre estará en reconocer tu fragilidad.