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Si deseas ENSEÑAR A LOS DEMÁS O A TI  MISMO quizás te ayuden estos consejos:

AMA. Si no puedes amar mucho, no podrás enseñar ni aprender.
SIMPLIFICA. Saber es simplificar sin quitar esencia. Mostrando las cosas importantes en su forma mas sencilla de manera que cualquiera pueda hacerlas suyas.
INSISTE. Repite con paciencia infinita como la naturaleza lo hace hasta alcanzar la perfección. En la repetición, en la paciencia y en la práctica está el secreto de la meditación, de la oración, de buenos los hábitos, del aprendizaje y de la sabiduría.
ENSEÑA LA BELLEZA señalando con decisión la que ves en cada ser. Todos los seres son hermosos.
QUE REINE EN TI EL ENTUSIASMO y la alegría.  Para encender lámparas basta llevar fuego en el corazón.
VIVIFICA tus enseñanzas o tus aprendizajes. Cada lección ha de ser viva como un ser.
ACUÉRDATE de que tu oficio no es mercancía sino trabajo divino.
TEN PRESENTE DE QUE para dar hay que tener mucho. Y que el sentido de la vida es dar.
ANTES de dictar tu lección cotidiana mira a tu corazón descubre su intención y ve si está puro.
CUANDO ENSEÑES PIENSA en que Dios se ha puesto a crear a través de ti.
Lo que enseñas ya está dentro del corazón de todos los seres, tu solo haces que el Ser sea consciente de ello. Sobre todo enseña a los demás y a ti mismo a Ser y a ser felices.