1958

Trata simplemente de sentarte silenciosamente, observando los pensamientos pasando a través de ti. Son como nubes en un cielo azul que movidas por el viento aparecen y luego se alejan hasta desaparecer.Simplemente observando, no interfiriendo, no juzgando, porque el momento en que juzgas, has perdido la pura observación. El momento en que dices “esto es bueno, esto es malo”, te has implicado en el proceso de pensamiento.