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Para entender todo, es necesario olvidar todo. 
De pequeños estamos en continuo aprendizaje. Nuestro mapa mental aún no está diseñado, lo cual nos hace abiertos a “todo” y a la capacidad de entender cualquier cosa. No sabemos juzgar. Al contrario todo lo que nos sea mostrado, lo acogemos con ganas de aprender y de disfrutar.

Pero a medida que crecemos, nuestra mente se llena de condicionamientos y normas sociales que nos indican cómo debemos ser nosotros mismos, como deben ser las cosas, cómo debemos comportarnos e incluso qué debemos pensar interiormente. Nos volvemos inconscientes , funcionamos como autómatas programados.

Tienes  que aprender a desligarte de las creencias, hábitos e ideas que no provienen del corazón. Piensa que en el cielo no hay distinciones entre este y oeste, son las personas quienes crean esas distinciones en su mente y luego piensan que son verdad”.